Comentario
Al oeste de la ciudad de León, en el extremo de la vía decumana del viejo campamento donde se asentaban las legiones romanas encargadas de la pacificación y vigilancia de las provincias del norte de Hispania, se construyó en el siglo XIII la catedral de León. La vieja advocación de Santa María y San Cipriano, que arrancaba de principios del siglo X, se transformó a fines de la Alta Edad Media en la de Santa María de Regla al acogerse su cabildo, al menos desde el año 960, a una regla de vida en común.
A fines del siglo IX, sobre el solar que había quedado medio abandonado tras el paso de las tropas musulmanas, se restauró una estructura urbana que, al abrigo de las murallas, devendría en urbe regia y cabeza eclesiástica.
En la segunda mitad del siglo XIII, León se define ya como una civitas medieval que desarrolla una compleja organización concejil. Es una ciudad abierta a las corrientes culturales europeas, al constituirse como etapa singular del Camino de Santiago, que articula una intensa vida mercantil basada en el comercio agrícola, ganadero y artesanal.